Por: Efren Moscoso
Socio de la CACEH.
Tradicionalmente nuestra familia suele reunirse en ocasiones especiales, con mayor frecuencia en las fiestas de carnaval, en el día de la madre y en navidad, en estos encuentros los temas de conversación han sido bastante diversos: la familia, la agricultura, las enfermedades, la pobreza, los problemas económicos y familiares, el trabajo, la muerte de nuestro padre, en fin, toda una gama de temas que son costumbre traerlos a colación mientras se toma un delicioso draque con agüita caliente, un cafecito con pan o se disfruta de la comida típica de nuestra querida comunidad de San Antonio.
Socio de la CACEH.
Tradicionalmente nuestra familia suele reunirse en ocasiones especiales, con mayor frecuencia en las fiestas de carnaval, en el día de la madre y en navidad, en estos encuentros los temas de conversación han sido bastante diversos: la familia, la agricultura, las enfermedades, la pobreza, los problemas económicos y familiares, el trabajo, la muerte de nuestro padre, en fin, toda una gama de temas que son costumbre traerlos a colación mientras se toma un delicioso draque con agüita caliente, un cafecito con pan o se disfruta de la comida típica de nuestra querida comunidad de San Antonio.
Nuestra familia, a pesar de tener un mismo origen, sin embargo es muy diversa en su pensamiento, en la forma de ser y en la manera de enfrentar los problemas. Compartimos problemas comunes, quizá el más frecuente es vivir con una escasa economía a pesar de trabajar bastante en diversas actividades; siempre hará falta dinero para apoyar en la educación de l@s hij@s en el colegio, en la universidad; sin embargo, lo que siempre está asegurado es la alimentación diaria aunque haga falta otras cosas que se necesitan y que son complementarias para el desarrollo total de los seres humanos.
La situación económica fue uno de los problemas que se volvió reincidente en las conversaciones y que probablemente fue lo que nos motivó a tod@s. Qué hacer para mejorarla?. Será posible? Preguntas que deambulaban insistentemente en algunos cerebros; y es en ese pensar y volver a pensar, dudar, sentir miedo, cuestionar, conversar y conversar en la mesa, en el patio,…allí nace la idea de unirnos. La unión hace la fuerza dice un viejo adagio popular - que gran verdad.
Juntamos nuestros pensamientos y empezamos a crear ideas nuevas, a preguntar y repreguntar, a creer en nosotr@s mism@s y en nuestras capacidades – indudablemente nuestra familia tiene una multiplicidad de personas muy capaces y con valores humanos inquebrantables-. Al fin, germinó la semilla y empezó a brotar débilmente, se fue fortaleciendo a medida que también fue creciendo.
Allí nació la idea de crear una caja de ahorro y crédito, pero esta iba a ser diferente, no con la idea de hacerle el juego a este mundo neoliberal y globalizado, sino con la idea de una economía familiar solidaria, caminando y creciendo tod@s junt@s. Aquí no hay jefes ni súbditos, ni ilustrados ni inspirados .Tod@s somos muy importantes para que junt@s construyamos un proceso que seguramente será el aprendizaje que dejaremos a nuestr@s hij@s. Trabajar con solidaridad, transparencia y con mucha confianza en las potencialidades que tienen y tenemos cada un@ de nosotr@s son bases que sostendrán nuestra edificación.
Hemos cumplido dos años de vida y nuestra familia se ha fortalecido en el aspecto humano, creemos en nosotr@s, somos mejores que antes, pero también nuestra caja ha crecido, nos hemos puesto nuevas metas, aunque todavía falta mucho por hacer. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”; en ese recorrido nos damos la mano y vamos junt@s, nos apoyamos y salimos adelante. No queremos que alguien se quede, unidos somos más fuertes.